En Agaleus nos gusta apostar por el talento, sin importar la edad ni el género, porque la capacitación y las ganas son las características que más nos seducen de las personas. Y eso nos permite contar con una plantilla diversa de profesionales óptimamente cualificados y dedicados a su trabajo. Hoy vamos a poner en relieve las coincidencias y diferencias entre las historias de Carlos y Eduardo, dos miembros de nuestro equipo a los que les separa la edad, pero que comparten experiencias similares en su relación con Agaleus. Acompañadnos, comprobareis que ese contraste entre juventud y experiencia es muy interesante y refleja de alguna manera el cambio generacional que se da en nuestra sociedad.
Hoy nos encontramos con Eduardo Fernández, que actualmente trabaja en el Departamento de Mantenimiento, como electricista, y con Carlos Angulo, adjunto al Director de Negocio.
Carlos cuenta con un extenso historial dentro de Agaleus, ya que entró a trabajar con nosotros en 1991, ¡el siglo pasado!, mientras que Eduardo tan solo lleva en Agaleus 4 años. Para Eduardo Fernández somos su primera experiencia laboral, pero Carlos ya desempeñó puestos similares en otras empresas anteriormente.
La manera en la que accedieron a sus empleos también es diferente. Eduardo empezó haciendo prácticas con nosotros, tras cursar una FP Dual (Grado Superior de Mecatrónica Industrial) estuvo un año compaginando sus estudios con prácticas en Agaleus. Tras acabar ese periodo, se quedó con nosotros. La andadura previa de Carlos es distinta, como ya trabajaba en el sector nos conocía y al ver un anuncio en prensa con una oferta de empleo contestó y, tras varias entrevistas, logró el trabajo. Carlos es Licenciado en Ciencias Químicas, especialidad en Ingeniería Química, y posteriormente realizó un máster de Marketing y Gestión de Empresa en la UPV, otro de Ingeniería de Medioambiente, y consiguió además el título superior de Seguridad y Prevención de Riesgos. Aunque siempre ha estado englobado en el Departamento Comercial su formación y conocimiento del mercado le ha resultado útil para trasladar esa experiencia a su trabajo diario y aportar un valor añadido.
Los dos coinciden en la importancia de la formación continua. En el caso de Carlos destaca la necesidad de “estar a la última” respecto a los avances tecnológicos y admite que la situación ha cambiado mucho desde sus inicios, “antes no había móviles, las ofertas se enviaban por fax”, pero el sector “siempre ha estado predispuesto a invertir en tecnología”. Eduardo es un nativo digital, pero pone el acento a la necesidad de reciclarse y mejorar la formación para ser más eficaz. Su trabajo así lo exige.
Eduardo forma parte del equipo de mantenimiento y entre sus labores están hacer los partes y órdenes de trabajo, para controlar lo que han avanzado y las tareas que quedan pendientes, llevar a cabo mantenimientos preventivos, resolver averías etc. Como es lógico, necesita conocer los nuevos equipos que van llegando y esa parte le gusta porque “siempre se aprende algo nuevo”. En su sección son ocho en total, más dos becarios, y no les da tiempo a aburrirse, siempre quedan cosas por hacer. Confiesa que, a pesar de que su formación estuvo muy enfocada en los aspectos prácticos, “el 80%” de lo que conoce del mantenimiento lo ha adquirido “trabajando en Agaleus” y destaca a su compañero Roberto, quien fue enseñándole los trucos del oficio cuando empezó a trabajar con nosotros.
Las actividades de un Director Comercial son muy diferentes. Carlos se ocupa sobre todo de dar respuesta a comunicaciones, ya sea internas o con los clientes, y a hacer un seguimiento puntual de los proyectos, para ofrecer el mejor servicio posible a los clientes. También destaca que es importante “visitar cara a cara” a los clientes para conocer sus novedades y poder anticipar “si les podemos ayudar con nuevos flujos de residuos, si necesitan análisis químicos” etc. Además, se ocupa de controlar la facturación mensualmente
Los cambios que traen los nuevos tiempos
Carlos nos confiesa que es consciente de que Agaleus está muy bien considerado en la industria y que durante su trayectoria ha sido testigo de muchas mejoras tecnológicas. Todo el sector ha cambiado mucho en las últimas décadas, ahora se atiende mucho más a los estándares ambientales y eso se nota en que se tratan residuos que en el pasado no se tenían en cuenta.
Eduardo afirma que al entrar desconocía cómo era por dentro una empresa grande, y que le chocó que hubiese tanto personal, maquinaria, departamentos distintos etc. También le llamó la atención el nivel de innovación tecnológica de los procesos, a lo que Carlos Angulo apunta que ahora mismo “estamos algo limitados porque las instalaciones son antiguas y todos estamos deseando trasladarnos a unas más modernas, que plasmen el verdadero nivel de la empresa”.
En ese sentido, Eduardo entiende la preocupación de la gente por tener cerca una empresa que trate residuos, pero cree que “hace falta divulgación, porque se trata de procesos seguros” y el personal ni siquiera necesita medidas de protección especiales. Carlos apunta que “existe una contradicción entre el fomento de la circularidad, las energías renovables etc. y quererlo hacer sin contar con la necesidad de instalaciones industriales”.
Ambos destacan como un elemento positivo el “buen ambiente de trabajo”. Carlos destaca que ese aspecto también ha mejorado a lo largo del tiempo, ya que en la actualidad hay más comunicación, información de los detalles de la actividad, ofertas de formación etc. Además, piensa que antiguamente todo era más formal y existía una mayor separación entre el personal de oficina y producción. Carlos opina que esto no es beneficioso ni para el ambiente laboral ni para el trabajo en sí mismo, ya que es importante que los empleados de todos los niveles sepan lo que hacen los demás y puedan tener un conocimiento global de la actividad de la compañía.
Confianza en el futuro
Las perspectivas de los años venideros son muy diferentes para cada uno de nuestros protagonistas. Mientras que Eduardo tiene como prioridad independizarse y, a nivel laboral, mejorar su formación, Carlos ya barrunta la jubilación y es consciente de que tendrá que adaptarse a la vida con los hijos fuera de casa. Esos sí, está deseando tener más tiempo libre para disfrutar de unas de sus aficiones favoritas, el pádel.
Carlos opina que los jóvenes que acceden al mercado de trabajo están cada vez mejor formados, más que los de su generación, pero adolecen de cierta capacidad de sacrificio, tal vez porque “han tenido más facilidades de niños que en otras épocas”. Pero les recomienda que descubran el sector medioambiental porque “tiene muchas posibilidades” y se trata de una actividad multidisciplinar y transversal, a través de la que se puede trabajar con la industria de todos los sectores, con lo que “te abre la mente y te da un conocimiento global”.
Eduardo valora el sector del reciclaje y le gustaría desempeñar toda tu carrera profesional en él. De hecho, a pesar de llevar poco tiempo en Agaleus cree que el Grupo está evolucionando. De igual manera, Carlos piensa que en futuro se integrarán mayores avances tecnológicos y que los tratamientos de los residuos serán más complejos y más costosos, a la vez que el volumen de residuos se minimizará, ya que el ecodiseño ahorrará materiales y procesos en la fabricación de productos. Además, cree que el sector ambiental se convertirá en un puntal para la creación de empleo, gracias al auge de las energías renovables y los estándares ambientales establecidos desde Europa. De hecho, ambos conocen y estiman la apuesta de Euskadi por la economía circular, pero Carlos apunta que “será un auténtico reto” llegar a 2030 con los deberes hechos, queda mucho trabajo por hacer y Agaleus quiere tomar parte en este desafío de futuro.
Por último, queremos aprovechar para agradecer sus palabras y su atención a nuestros dos compañeros. Esperamos que sigan disfrutando de su trabajo en Agaleus y les deseamos todo lo mejor para sus carreras profesionales y sus vidas privadas.